Hoy en día no es nada original decir que nos duele el cuello o los hombros. La manera en la que la mayoría de nosotros trabajamos actualmente (computadora, tablets y celular) requiere que tomemos una postura que no es natural para nuestro cuerpo por muchas, muchas horas al día. Y así terminamos: con dolor por la sobre exigencia muscular para sostener el cuerpo y la mente durante tantas horas, todos los días.
La buena noticia es que podés elegir estirarte durante la jornada, relajarte unos minutos, tomar consciencia sobre tu postura y paso a paso mejorar la manera en la que interactúas con tus dispositivos, con tu escritorio y con tu silla.
Tres posturas de yoga adaptadas a tu silla
Postura 1:
– Mové tu cola hasta la mitad de tu silla para tener espacio atrás.
– Apoyá tus pies en el piso ancho de caderas.
– Colocá tus manos sobre tus rodillas.
– Al inhalar: sentate derecho y abrí el pecho.
– Al exhalar: redondeá tu columna, relajá tu cuello y estirá la musculatura entre tus omóplatos como en la foto.
– Repetí el mismo movimiento con tu respiración 5 veces.
Postura 2:
– Con los pies en el piso ancho de caderas.
– Relajá tu oreja izquierda hacia tu hombro izquierdo.
– El dedo índice derecho apunta hacia abajo para ayudarte a profundizar el estiramiento del lado derecho del cuello.
– Mantené tu pecho abierto, la respiración fluida y la espalda derecha.
– Cambiá de lado. Realizá por 5/10 respiraciones de cada lado.
Postura 3:
– Con los pies en el piso ancho de caderas.
– Abrí tus brazos y entrelazalos quedando tu codo derecho por debajo del izquierdo.
– Tomate las manos, la muñeca, o el lugar a donde hayas llegado. Ahora realizá la siguiente acción: elevá el codo derecho hacia arriba a la vez que relajás y bajás tus hombros. Vas a sentir el estiramiento alrededor de tus omóplatos.
– Colocá tu cabeza en la posición que más cómoda te quede. Respirá profundamente 5 ciclos y cambiar de brazo.
– Sin duda, darte 5 minutos para parar, respirar y conectarte con vos serán la clave para continuar el resto del día con mayor claridad, creatividad y voluntad. Masaje cibernético para todos.
Fuente: TN
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